Un poco de historia

Casiodoro de Reina, el gran reformador español que tradujo la Biblia al castellano, escribiría estas palabras en el prólogo de la primera edición de la Biblia del Oso. No obstante, la Inquisición española, interceptó gran parte de esa primera edición y la quemó.

Algunas Biblias, sin embargo, entraron clandestinamente al país, a través principalmente del puerto de Valencia, en barcos que provenían de Flandes. Centenares de personas se jugaron la vida, y varios la perdieron ejecutados por herejes, para que la Biblia en español llegara a sus hablantes. La represión inquisitorial, hizo que la difusión de la Palabra de Dios en los países hispanohablantes no tomara gran fuerza en los inicios de la Reforma Protestante.

Sin embargo el tiempo y la historia darían la razón a Casiodoro de Reina: “Nada podría resistir que la Palabra de Dios corriera por todo tan libremente como el sol por el cielo”. Pues años más tarde la Palabra de Dios en español se extendería a cada rincón del mundo, y su luz iluminaría el alma de millones de personas. Siempre he admirado el celo por la difusión de la Palabra de los primeros Reformadores. Muchos de ellos dedicaron largos años de sus vidas a traducir las Escrituras a la lengua vernácula de sus países: Martín Lutero al alemán, William Tyndale al inglés, Joao Ferreira da Almeida en Portugal…Y cada palabra que traducían era un punto de luz que se encendía en las profundas tinieblas espirituales de su tiempo. Pero al lado de estos grandes personajes, miles de personas anónimas, se encargaron de la distribución de las Escrituras en cada rincón de sus respectivos países.

Y sin el fuego de estos hombres y mujeres, cuyos nombres han quedado olvidados en la historia, la llama de la Reforma jamás se hubiera extendido por el mundo. Ante la pasión, la valentía y el esfuerzo de estos agentes de Dios para difundir Su Palabra, no podemos más que descubrirnos y dar gloria a Dios por sus vidas. La difusión de la Palabra de Dios marcó la fe de nuestros antepasados, y debe ser un pilar fundamental en nuestras vidas e iglesias. La Palabra no ha cambiado, y debe ser, como lo fue antaño, un revulsivo en las vidas y en las naciones de todo el Planeta. Y quizás sea hoy, cuando menos persecución tenemos, y más libertad en difundir la Biblia, cuando más acomodados estemos y menos atención prestemos a la Palabra viva que “es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón”

Ante este reto, nace Abba Bibles USA. Con la misión de distribuir la Palabra de Dios en español hasta todos los rincones de la tierra. Teniendo en mente a todos los que padecieron para que llegara hasta nuestras manos. La Biblia, ha sido, es y será una carta abierta desde el corazón de Dios al corazón del hombre. Una carta dónde Dios invita al Hombre a cambiar de rumbo, arrepentirse y volverse a él, aceptando a Cristo como su Salvador.

Miles de personas murieron, y siguen muriendo, para poder entregar esas cartas a sus destinatarios. Mundo Biblia tiene el privilegio y la responsabilidad de seguir distribuyendo la Palabra de Dios con el objetivo que: “ni toda la potencia del mundo junta podrá ya resistir que la Palabra de Dios no corra por todo tan libremente como el sol por el cielo”.